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Blog - Escuela CENAC

“El Qi Gong protege nuestra energía e incrementa la efectividad de los tratamientos terapéuticos”


Carles Murcia, terapeuta de Medicina Tradicional China (MTC), es profesor de Qi Gong médico (básico y avanzado) en CENAC. Es uno de los pocos terapeutas en España que contempla la enseñanza del Qi Gong médico desde sus cinco métodos. Es discípulo de tres maestros chinos -Zhang Xiu Mu, Zhang De Wang y Jin Jiazhou -por lo que pertenece a tres linajes diferentes.

Carles es un apasionado de esta técnica desde que la conoció siendo muy joven. O desde que el Qi Gong lo encontró a él.

La palabra china Qi se refiere al aliento vital o energía presente en todo el universo, y Gong se refiere al trabajo. Qi Gong, por tanto, significa el trabajo sobre la energía vital del individuo. El término Qi Gong comenzó a usarse en 1936 para designar su aplicación terapéutica, y en 1955, el Ministerio chino de la Salud reconoció oficialmente su interés terapéutico y recomendó su práctica a la población. En la actualidad se utiliza el término Qi Gong para referirse a múltiples ejercicios destinados al bienestar global del organismo y, en el caso del Qi Gong médico, a fines terapéuticos mediante la movilización y armonización de la energía humana o Qi.

Practicas Qi Gong desde hace 30 años.
Sí, un maestro chino con el que estudiaba artes marciales, que además era médico, fue quien me inició. Durante 10 años fui su discípulo y después continué mi aprendizaje viajando a China regularmente, encontrando otros maestros e investigando sobre los diferentes tipos de Qi Gong: médico, marcial y otros.

¿Llegaste al Qi Gong habiendo estudiado acupuntura o MTC?
Yo practicaba tai chi y diferentes tipos de artes marciales desde muy joven, y tenía un futuro laboral bastante perfilado. Un día, mi maestro médico me dijo: “Acompáñame, voy a hacer una sesión de acupuntura a una mujer enferma”. A mis 21 años no había oído hablar ni de acupuntura, ni de MTC… y de repente me encontré frente a la puerta de un domicilio particular, llevando el maletín de mi maestro, en el que no sabía ni lo que había. Nos recibió el marido de la paciente, muy preocupado porque su mujer había perdido el habla y la movilidad tras sufrir un ictus. Mi maestro observó a la paciente, le tomó el pulso y dijo: “No hay problema, lo soluciono rápido”. Abrió el maletín y le hizo un tratamiento de acupuntura. Imagínate mi incredulidad cuando nos fuimos de la casa. Me preguntaba a mí mismo: “¿Cómo ha podido darle esperanzas a una mujer cuya salud está tan afectada?”. Durante los siguientes días no supe nada más de ella hasta que un mes y medio más tarde mi maestro me pidió que le acompañase a verla de nuevo. Y, para mi sorpresa, quien nos abrió la puerta ese día fue la propia paciente! Aún caminaba con dificultad, pero allí estaba, y había recuperado también parte del habla. ¿Cómo reaccionaste? Tan pronto salimos de la casa empecé a hacerle miles de preguntas a mi maestro, y poco después comencé a estudiar MTC con él. Después seguí con el Qi Gong médico y otras disciplinas, hasta hoy.

La experiencia provocó un cambio de rumbo.
Fue determinante: me ocurrió un verano, cuando estaba a punto de empezar a trabajar en una gran empresa como TV3, quedarme en plantilla… obviamente algunos amigos me dijeron que estaba loco, pero había visto claramente que mi camino era el que se acababa de abrir ante mis ojos.
La imagen más extendida que tenemos de la práctica del Qi Gong es similar a la del tai chi: una serie de ejercicios encaminados a mejorar nuestro flujo energético. Pero sabemos que existen diferentes tipos de Qi Gong. ¿En qué consiste el Qi Gong médico que enseñas en CENAC?

Los ejercicios de Qi Gong que mucha gente conoce constituyen en sí mismos una práctica de Qi Gong. Pero el Qi Gong médico tiene cinco métodos –con sus diferentes técnicas- que un terapeuta experto puede utilizar y prescribir en su consulta. El primer método son los ejercicios, que pueden ir acompañados de algún tipo de meditación, y que el paciente deberá realizar de forma autónoma una vez los haya aprendido.
El segundo método es el masaje Qi Gong, muy sutil y que trabaja sobre la energía del organismo.
El tercero es el llamado de la aguja invisible y se compone a su vez de diferentes técnicas que trabajan sobre los puntos de acupuntura, pero sin utilizar agujas.
El cuarto método utiliza aspectos de los dos anteriores y trabaja sobre puntos y meridianos de MTC.
Y el último es el Qi Gong a distancia, que trabaja sobre las tres capas energéticas que rodean nuestro cuerpo. Es un método que entronca directamente con las enseñanzas más clásicas de la MTC y que difícilmente se aprende cuando se estudia acupuntura o MTC en la actualidad.

En CENAC enseñas un Qi Gong médico básico y otro de nivel avanzado.
El primer año nos centramos en los fundamentos del Qi Gong y se realizan trabajos terapéuticos sencillos. Por tanto, no es necesario ser acupuntor para realizar el curso, aunque aquellos que lo son tienen a su favor que ya conocen toda la parte teórica de la MTC. El segundo año los trabajos son de nivel avanzado, se enseña a los estudiantes a aplicar terapia Qi Gong, y sí es requisito previo haber cursado el primer año.
Pensando en los acupuntores, ¿el Qi Gong médico puede complementar el trabajo de acupuntura?
Sí, con el Qi Gong médico se hace un diagnóstico energético y, en paralelo a la puntura, el terapeuta puede usar las técnicas para incidir sobre la energía yang o yin de un órgano, desbloquear la energía, tonificarla o dispersarla… y saber cómo eliminar después esa energía enferma. Pero el Qi Gong también complementa otras terapias. Por ejemplo, en China se usa junto a la fitoterapia y al tui na.

Y aún hay más beneficios para los terapeutas que practican Qi Gong.
Efectivamente. El Qi Gong nos hace ganar mayor sensibilidad, aprendemos a sentir mejor nuestro Qi (energía) y sus desarmonías, y por tanto sentimos mejor las alteraciones energéticas de nuestros pacientes. La consecuencia es una mayor efectividad en los tratamientos, especialmente los de MTC.
El último beneficio para el terapeuta es la protección.

¿El terapeuta debe protegerse especialmente?
Tratamos a gente con trastornos y enfermedades, y en cada visita sufrimos un desgaste energético, o podemos contaminarnos energéticamente de las patologías que tratamos. Practicar Qi Gong con frecuencia y durante más tiempo cada día eleva nuestro nivel de energía y nos protege.
Imaginemos a alguien que no es terapeuta. ¿Practicar Qi Gong a diario le ayudará a prevenir enfermedades? Si la persona está sana, ganará en vitalidad y energía, su organismo estará más fuerte y como consecuencia sufrirá menos trastornos y enfermedades. Una persona sana puede obtener grandes beneficios practicando 15 ó 20 minutos diarios. Además, el Qi Gong nos ayuda a entender cómo funciona nuestro organismo y qué cosas nos afectan. Es una forma de unir cuerpo y mente. Con el Qi Gong aprendemos a llevar la conciencia a nuestro cuerpo y a observar nuestra sensación corporal cuando emocionalmente nos encontramos bien, y cómo cambia esa sensación cuando algo nos impacta.

¿Es una especie de entrenamiento sensorial?
Sí, es una especie de gimnasia interna que además nos permite revertir el proceso que se genera cuando algo nos impacta. Es decir, si yo puedo “sentir” en mi cuerpo cuándo y dónde empieza a instaurarse el malestar, puedo desactivarlo trabajando terapéuticamente sobre la zona afectada. En chino hablamos de Ganjue, que se traduce como la sensación corporal cuando algo impacta en nuestro sistema.

¿Y si la enfermedad ya existe?
En ese caso, el trabajo terapéutico es diferente, y dependerá de la enfermedad y de su grado de afectación. Pero en China se tratan algunos tipos de cáncer con Qi Gong.

En esos casos, ¿el Qi Gong médico se combina con otros tratamientos para el paciente?
Por supuesto. Algunos pacientes necesitarán combinar Qi Gong médico con fitoterapia, con masaje tui na, con otros tratamientos y técnicas… Incluso a aquellos pacientes que optan por la vía alopática y hacen quimioterapia, el Qi Gong les ayuda. En estos casos, cuando la persona está enferma, la práctica de Qi Gong debe ser más frecuente, y el terapeuta prescribe ejercicios específicos adaptados a cada dolencia en particular. Es un tratamiento muy personalizado.

Como todas las medicinas naturales, el Qi Gong es incluyente.
La MTC observa el estado global del paciente y en base a ello decide los pasos a seguir. Por ejemplo, si de inicio el paciente está muy desvitalizado, se darán plantas que aumenten su energía; después se añadirá la acupuntura, se modificará la dieta… y posteriormente se iniciarán los trabajos de Qi Gong médico, empezando por los más suaves y acabando con un tratamiento autoadministrado, hecho por el propio paciente en su casa.

Desde que practicas Qi Gong…
El nivel de energía de mi organismo me permite llevar un ritmo laboral intenso, o me recupero de una gripe en un día y medio, porque mi homeostasis está más entrenada. En consulta, me ayuda a potenciar los tratamientos que realizo. El Qi Gong nos aporta bienestar físico y emocional, nos protege, previene enfermedades, no requiere de una condición física alta para practicarlo… Es salud al alcance de todos!

Acupuntura, medicina china, medicina energética, mtc, qi gong